Terapia Centrada en la Compasión para el Trastorno Bipolar: Competitividad y Rango Social

Las personas con ciertos tipos de depresión están orientadas psicofisiológicamente hacia la competencia social y se preocupan por el estatus y el rango social. Esto puede dar lugar a formas de comparación social centradas en el rango, sentido de inferioridad, falta de valía, disminución de la confianza, comportamiento sumiso, propensión a la vergüenza y autocrítica. Las personas con un diagnóstico de trastorno bipolar también experimentan aspectos elevados de competitividad y evaluación de estatus de rango superior. Estos aspectos cambian el procesamiento a un sentido de superioridad, confianza elevada, comportamiento enérgico, afecto positivo y dominio social.

El sistema motivacional de competencia y rango (dominio) social influye y regula los estados psicofisiológicos y las interacciones recíprocas de las personas diagnosticadas de trastorno bipolar. Asimismo, la inestabilidad asociada con el trastorno bipolar es resultado de la regulación problemática de las estrategias que controlan el comportamiento competitivo ante los retos y conflictos ocasionados por el control (dominio) social.

El reciente estudio de Paul Gilbert y colaboradores (2022) explora la viabilidad de la Terapia Centrada en la Compasión (CFT) para ayudar a las personas con trastorno bipolar a comprender la influencia de la motivación competitiva de rango social en sus estados mentales, y a cultivar la motivación de cuidado y compasión mejorando la regulación psicofisiológica, como el tono vagal de los participantes (actividad parasimpática) tanto durante el estado de reposo como en respuesta a escenarios de interacción social. Las prácticas de compasión facilitan un equilibrio entre las divisiones simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo, y un patrón más adaptativo y flexible de funcionamiento psicofisiológico.

Terapia Centrada en la Compasión para el Trastorno Bipolar

La Terapia Centrada en la Compasión (CFT), es una aproximación biopsicosocial, integradora, basada en la evolución y orientada de forma específica al cultivo de la compasión, que destaca que los motivos sociales (a modo de ejemplo, cuidar, cooperar, competir), conectados con diferentes sistemas fisiológicos, tienen la función de organizar la mente (atención, razonamiento, planificación, mentalización, recuerdos, imágenes, impulsos y acciones) para alcanzar las metas relacionadas con esta motivación.

De este modo, a lo que prestamos atención, cómo razonamos, las acciones que planificamos y ejecutamos, los patrones fisiológicos y los estados cerebrales serán muy diferentes si cuidamos de alguien, buscamos una relación sexual, competimos (discutimos) o buscamos ayuda.

La CFT plantea que muchos problemas de salud mental están relacionados con los motivos sociales. Así, el motivo de competencia y rango social puede relacionarse con la búsqueda problemática de recursos y estatus-rango social, así como con interacciones intra e interindividuales conflictivas; en contraste con la creación de conexiones y relaciones de intercambio, cuidado y apoyo entre uno mismo y los demás (Gilbert, 1989/2016, 2000, 2010, 2020a, 2020b, 2020c, 2021).

Este trabajo explora la viabilidad de un grupo CFT (inicialmente 12 semanas) para ayudar a las personas diagnosticadas de trastorno bipolar a comprender la influencia de la motivación competitiva que regula el estatus social en los estados mentales, así como la utilidad de cultivar los motivos de cuidado y compasión y sus reguladores psicofisiológicos.

El motivo de competición-logro y el status social. Eje del trastorno bipolar

Para asegurar la supervivencia, cuando los congéneres compiten por competir, conseguir y controlar los mismos recursos, es un reto fundamental para muchas especies. Para inhibir las constantes peleas (y el riesgo de lesiones), evolucionaron mecanismos para evaluar el rango social (Sloman y Gilbert, 2000). De este modo, subir y bajar de rango se encuentra asociado con cambios diferentes a nivel fisiológico, psicológico y social. Concretamente:

  • Ganar y convertirse en dominante energiza la conducta de búsqueda de recursos; incrementa el afecto positivo vinculado a la recompensa, la confianza, exploración, y tendencia a ser dominante; mientras que,
  • Perder, la posibilidad de perder y las situaciones en las que los más poderosos estarían vigilantes y hostiles ante los esfuerzos por ascender en el rango para controlar los recursos, desactiva/inmoviliza la conducta de búsqueda de recursos, confianza y exploración; regula a la baja el afecto positivo; e incrementa la tendencia a ser sumiso, apaciguador y retirarse socialmente (Gilbert y Basran, 2019).

En este sentido, los trastornos bipolares se relacionan con los sistemas de procesamiento que regulan la conducta competitiva de rango social (Janowsky et al., 1970), y su elevada prevalencia indica una selección positiva para la variación fenotípica en respuesta a los retos de competencia por los recursos en contextos sociales jerárquicos (Wilson, 1998).

La motivación de dominio-rango social regula el estado de ánimo y las emociones

Cuando las personas se desplazan hacia estados (hipo) maníacos, suelen considerarse superiores y especiales (Jamison, 2015),esforzándose por elevar su control y estatus social (Johnson et al., 2012); mientras que, con depresiones unipolares suelen esforzarse por evitar la inferioridad no deseada, asociada con vergüenza y rechazo (Gilbert et al., 2007).

En un grupo relativamente estable de personas diagnosticadas de trastorno bipolar, la emoción positiva aparece asociada con la cognición social de sentirse superiores, más capacitadas, competentes y atractivas que los demás; mientras que, el caso de las personas no bipolares, una emoción positiva elevada (como ganar la lotería) no necesariamente se vincula con estas cogniciones.

Así, el estado de ánimo y las emociones positivas se encuentran excesivamente asociadas con la comparación (en dimensiones como: superior-inferior, merecedor-no merecedor, sumiso-agresivo, ganador-perdedor/derrotado, competente-incompetente, auto-culpable vs. la culpa es de otro, deseado-no deseado, propenso a la vergüenza vs. desvergonzado, autocrítico vs. crítico con los demás; Gilbert, 2020a), y evaluación del rango social propio (Gilbert et a., 2007).

La mentalidad social competitiva en la base del trastorno bipolar

En este sentido, los pacientes diagnosticados de trastorno bipolar se fijan metas extremadamente elevadas y consideran que alcanzar estas metas es fundamental para su autoestima (Ironside et al., 2020).

Asimismo, muestran mayor interés por metas competitivas, especialmente de logro, y menos por metas de compasión. De forma similar, las personas vulnerables al trastorno bipolar se fijan metas muy ambiciosas, en particular fama, riqueza e influencia política, y menos metas prosociales (Gruber y Johnson, 2009). 

Inestabilidad de los sistemas que controlan la conducta competitiva de rango social

La CFT considera que la inestabilidad y vulnerabilidad a cambios extremos (estado de ánimo, emociones, comportamiento y autoevaluación) asociadas al trastorno bipolar es resultado de la regulación problemática (oscilaciones biológicas) de las estrategias que controlan el comportamiento competitivo ante los retos y el control (dominio) social (González et al., 2019).

trastorno bipolar persona al espejo

Resultados del estudio

Este estudio, uno de los primeros que explora la experiencia y procesos de cambio de los participantes diagnosticados de trastorno bipolar (pacientes de un servicio especializado en este tipo de trastornos de Reino Unido) que asisten a un curso grupal CFT, revela los resultados que presentamos a continuación (Gilbert et al., 2022)

Elevado interés y compromiso de los participantes

El elevado interés y compromiso de los participantes llevó a ampliar el curso de 12 a 25 sesiones (semanales) que incluyeron los siguientes contenidos:

Módulos del grupo CFT para trastorno bipolar

1.  Presentaciones, establecimiento de los acuerdos de trabajo y exploración de los

conceptos básicos de compasión

2.   Psicoeducación y el modelo de la evolución

3.   La naturaleza de la conducta de cuidado, base segura y refugio seguro

4.   Atención y mindfulness

5.   Construcción de la mente compasiva y el yo compasivo

6.   Apertura a la compasión e imaginación compasiva

7.    Multiself y estados mentales múltiples

8.    Autocrítica

9.    Vergüenza y culpa

10.   Disculparse asertivamente y perdón

11 y 12.   Reflexiones y progreso

Mejoras en autocompasión, descentramiento, inadecuación del yo y comparación social

La mayoría de los participantes muestra mejoras consistentes en la mayor parte de las medidas de autoinforme, particularmente en compasión por uno mismo y por los demás; capacidad para observar los pensamientos y sentimientos como algo temporal (descentramiento); inadecuación del yo; y comparación social.

Mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca en estado de reposo

La falta de equilibrio entre la activación simpática y parasimpática (desequilibrio simpatovagal) reduce la variabilidad de la frecuencia cardíaca en las personas diagnosticadas de trastorno bipolar (Levy, 2014; Gruber et al., 2015; Wang et al., 2016). Así, en comparación con los grupos control, los pacientes con este diagnóstico tienden a mostrar menor variabilidad de la frecuencia cardiaca en reposo (Chang et al., 2014; Faurholt-Jepsen et al., 2017).

La estimulación de los motivos de cuidado y compasión incrementa la actividad parasimpática, medida a través de la variabilidad de la frecuencia cardiaca (Rockliff et al., 2008; Matos et al., 2017; Petrocchi y Cheli, 2019; Kim et al., 2020; Steffen et al., 2021).

En este sentido, tras la intervención y teniendo en cuenta los efectos de la medicación usual de los participantes, se evidencia un incremento general de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) en reposo, lo que indica que la CFT parece provocar una interacción más equilibrada entre las divisiones simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo, flexibilizando de este modo el funcionamiento psicofisiológico.

Experiencias de los participantes sobre la intervención

A través de 5 preguntas planteadas en 3 grupos de debate, realizados en diferentes momentos de la intervención, los participantes destacan las siguientes experiencias con el grupo de CFT:

El modelo evolutivo permite una mirada nueva a la naturaleza del trastorno bipolar

Los participantes destacan que la psicoeducación sobre nuestra mente y cerebro, desde la perspectiva de la evolución, permite considerar:

  • Las diferentes texturas y dificultades emocionales derivadas del trastorno bipolar;
  • La estrecha relación del trastorno bipolar con el sistema de regulación del rango-afecto social;
  • La asociación entre la intensificación y desregulación del sistema de rango-afecto social con la susceptibilidad y cambios de humor.

Los ejercicios y prácticas generan el sentimiento de identidad compasiva ante las dificultades

Los participantes destacan que:

  • Los ejercicios de respiración (a través de la calma, ralentización y enraizamiento del cuerpo) contribuyen a la regulación emocional, favorecen la contención del malestar y el afrontamiento de situaciones y acontecimientos difíciles.
  • Las prácticas de visualización (lugar seguro, otro compasivo y yo compasivo) suponen un proceso poderoso para sentir las diferentes versiones de uno/a mismo/a;
  • Las prácticas de compasión y refugio seguro se interiorizan, automatizan, incorporan y utilizan en la vida cotidiana.

Abordar la autocrítica desde una orientación mental autocompasiva

La intervención permite a los participantes ser más conscientes de la hostilidad implícita (dureza y efectos) de la autocrítica en sus vidas. Concretamente:

  • Alejarse de la autocrítica y suavizar las autoagresiones;
  • Cambiar a una orientación más compasiva, autocorrectiva, tranquilizadora y solidaria ante los contratiempos y las dificultades. Así, una participante manifiesta: Se trata de decirme que tengo dos opciones: el comportamiento habitual, o simplemente ser amable conmigo misma; y
  • Apoyar las aspiraciones y valores propios.

Usar las habilidades cognitivas de forma diferente

Bajo un estado mental compasivo, los participantes destacan que son capaces de utilizar sus habilidades cognitivas forma diferente, lo que significa un paso importante para reconocer que la compasión, la seguridad en uno/a mismo/a y la autocorrección generan fortaleza interna para afrontar las dificultades de forma favorable.

Regular las emociones

Los participantes manifiestan que el curso permite:

  • Identificar los estados cerebrales, distanciarse y adoptar una visión más equilibrada que facilita elegir el tipo de mente que se desea cultivar. Así, una participante afirma: No puedes evitar lo que te sucede en la vida, pero puedes cambiar el modo de pensar sobre lo que te sucede.
  • Desarrollar de forma progresiva, la confianza necesaria para regular las emociones (una forma alternativa (no impulsiva) de pensar, tomar decisiones y actuar); y cambiar hábitos poco útiles.

Relacionarse de una forma nueva y útil con su condición de bipolar

Los participantes comienzan a comprometerse con una nueva versión de sí mismos, lo que facilita el cambio hacia una forma nueva de relacionarse con su condición bipolar. De este modo, una participante destaca: El curso ha permitido darme cuenta de que la bipolaridad es la forma en que veo las cosas, no la forma en que son.

Experimentar un tipo distinto de conexión social

Compartir la compasión con los demás (además de la autocompasión) y la sensación de no estar solos permite experimentar un tipo diferente de conexión social. De este modo, los participantes reconocen que el proceso grupal en sí mismo (escuchar a los demás hablar de aspectos comunes) es importante para:

  • Apoyar el cambio, y de forma especial para abordar la autocrítica y la vergüenza;
  • Desarrollar una mentalidad social centrada en el cuidado; y
  • Crear una base segura y refugio seguro.

Así, los participantes proponen seguir en contacto, a modo de recordatorio del apoyo experimentado en el grupo durante la intervención.

Observaciones del terapeuta

En base a los comentarios realizados por los participantes en los grupos de debate, los terapeutas destacan que:

  • La exploración lúdica e identificación de la atención, pensamientos (relacionados con la superioridad e inferioridad), sentimientos y comportamientos típicos de la mentalidad competitiva que surgen en situaciones cotidianas, favorece su aceptación y comprensión.
  • La conexión con el yo compasivo provoca cambios profundos en la comparación social (el cambio natural de una mentalidad competitiva a una mentalidad solidaria) y en el comportamiento social (disminución del sentimiento de amenaza e incremento del sentimiento de conexión); y
  • El ejercicio de los Múltiples Yoes ayuda a los participantes a comprender y aceptar sus emociones, relacionarlas con estados emocionales temidos (depresivos y maníacos) y comprometerse de forma útil con dichos estados, en lugar de tratar de controlar su presencia o ausencia.

Todo ello, se traduce en importantes cambios en su equilibrio emocional y conducta.

Conclusiones

Este curso de CFT grupal, dirigido a para personas diagnosticadas de trastorno bipolar, evidencia ser una estrategia eficaz para: tomar conciencia de la naturaleza evolucionada y compleja de nuestro cerebro, comprender el sistema de motivación (competencia y rango social) que subyace e influye a nivel psicofisiológico en el trastorno bipolar; y, cultivar un sistema motivacional diferente (sistema de cuidado y compasión) que aporta mayor estabilidad, e influye en la regulación de los estados psicofisiológicos y en las interacciones sociales.

Este sistema proporciona una base segura y un refugio seguro que, favorece el desarrollo de nuevas competencias cognitivas para afrontar de forma útil las dificultades y contratiempos cotidianos, y permite relacionarse de una forma nueva con uno/a mismo/a, con el trastorno bipolar y con los demás. Todo ello, convierte la CFT en una experiencia transformadora.

Sin embargo, se requiere investigación adicional, incluso evaluar el grado en que la terapia puede influir en los procesos a los que se dirige y, por tanto, demostrar la eficacia clínica de la CFT en una muestra más amplia de pacientes con diagnóstico de trastorno bipolar.

Fuente:

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